La iglesia de Santa Catalina en el beguinaje
Descubre Diest y déjate cautivar por sus excepcionales obras maestras creadas por, para o inspiradas por... ¡mujeres! Date una vuelta por el beguinaje, la antigua ciudad de las mujeres dentro de la ciudad. Después, continúa hasta la iglesia de San Sulpicio, en la Grote Markt, para poder admirar a la Virgen de Diest, antes de terminar en el museo de la ciudad De Hofstadt para admirar algunas obras maestras femeninas.
La iglesia de Santa Catalina en el beguinaje
Descubre Diest y déjate cautivar por sus excepcionales obras maestras creadas por, para o inspiradas por... ¡mujeres! Date una vuelta por el beguinaje, la antigua ciudad de las mujeres dentro de la ciudad. Después, continúa hasta la iglesia de San Sulpicio, en la Grote Markt, para poder admirar a la Virgen de Diest, antes de terminar en el museo de la ciudad De Hofstadt para admirar algunas obras maestras femeninas.
Los cuatro evangelistas - Theodoor van Loon (1581-1649)
Los cuatro evangelistas, a saber, Juan, Lucas, Marcos y Mateo, suelen aparecer con togas antiguas ante sus escritorios. Cada uno tiene su propio símbolo: el ángel para Mateo, el león para Marcos, el toro para Lucas y el águila para Juan. Theodore van Loon, contemporáneo y competidor de Rubens, pasó algún tiempo en Italia y en su obra se percibe la influencia de Caravaggio y su escuela.
Púlpito - Jan Mason en Jan van den Steen
En 1671, el artista de Diest Jan Mason realizó el púlpito en colaboración con el tallista-sacerdote Jan van den Steen (1633-1723), de Malinas. Lo singular de este púlpito barroco son las cuatro santas que sostienen simbólicamente el púlpito y la palabra de Dios. Destacan Santa Catalina, patrona del beguinaje, Santa Begga, santa regional y, en el lado opuesto, Santa Inés. Oculta bajo los escalones del púlpito, observamos a una santa especial: María Magdalena. Esta santa se encuentra en casi todas las iglesias de Diest.
La pose modestamente elegante de las santas, el suave drapeado de sus ropajes, la llamativa elaboración de los peinados y la atención a los detalles corporales convierten a este grupo escultórico en una verdadera obra maestra. También merecen una mención las dos hermas con formas femeninas al pie de la escalera que lleva al púlpito. Con su incensario y su lámpara, iluminaban la mente del sacerdote que se disponía a proclamar las verdades de la fe en el púlpito.
Información práctica
Accesibilidad
Fácilmente accesible para personas con discapacidad.
